La tecnología digital ocupa un lugar central en el desarrollo de nuestra sociedad, hasta tal punto que la Comisión Europea la ha convertido en una prioridad junto con la transición ecológica. El Gobierno francés sigue la misma lógica, ya que la tecnología digital también es una prioridad para el crecimiento. Sin embargo, ¿es coherente la combinación de la transición ecológica junto con la digital?